martes, 15 de diciembre de 2009

UNA BONITA HISTORIA





Érase una vez un hombre que caminaba despacio hacia el borde de un precipicio.
Al llegar allí, respiró profundo.
Aquí se acaba todo. Se dijo.
Nuestro protagonista no podía más. Acababa de ser despedido, y como consecuencia, se dirigió a casa. Al abrir la puerta antes de tiempo, un clásico, encontró a su mujer con el vecino.
En condiciones normales quizá se hubiera enfadado, quizá el muerto resultante hubiera sido otro. Hoy no estaba de humor para matar a nadie.
Decidió huir, contárselo a su mejor amigo. Pero cuando llegó a casa de este, lo encontró en la cama con su hija. Dos de dos.
No le quedaba donde ir. Su familia le había abandonado hace tiempo, cuando tras sufrir un problema de esquizofrenia, quemo viva a su madre.
Hoy, el señor Depresez iba a acabar con su vida.
Cerró los ojos frente al borde del precipicio. Dió un paso atrás. tomó aire...
Y de repente oyó una voz. Una tenue y aguda voz.
¡No! ¡no lo hagas!
Sorprendido, abrió los ojos y miró a su alrededor. Nadie le había seguido, nadie sabía que estaba allí, y aunque deseaba que alguien intentara detenerlo, nadie había a su alrededor. Nadie había hablado.
Volvió a cerrar los ojos, apretó sus puños, levantó un pié del suelo...
¡No!
Se sobresaltó. Creía que su esquizofrenia había desaparecido. Pero parecía que un último problema acudía de nuevo a su lado para su último minuto en el mundo.
De repente, sintió posarse algo bajo su pié izquierdo.
Era una rana. Había ido a saltar para posarse justo sobre su pié. Fue a sacudírselo para quitársela de encima.
¿Por qué te quieres tirar? preguntó la rana.
Depresez tuvo que frotarse los ojos. No podía ser. Era una alución demasiado viva, incluso para él.
Mi vida es una mierda. contestó. Y tu.. tu una jodida rana que me pide que no me tire. Lo que confirma mi primera suposición, me temo.
No..! dijo la ranita. Verás.. se que para ti esto será dificil de creer pero.. no soy una rana. Soy la reina de un lejano imperio. Fui hechizada y apartada de mi mundo cuando cumplí la mayoría de edad.
:| fué toda la respuesta del hombre.
Has de creerme... ¿cómo si no podría estar hablando contigo? mira.. has de creerme, yo creo que hay una fuerza poderosa en el universo, una especie de destino, si quieres llamarlo así, que equilibra todo y devuelve la justicia a este lugar tan caótico.
Yo soy una reina de innumerable poder y riqueza allá en mi reino, donde me espera mi pueblo para un largo apacible y próspero reinado. Y sin embargo, Aquí estoy, a kilómetros, y convertida en una pequeña rana.
Tu, por tu parte, eres un buen hombre, al que la vida no ha tratado bien, y aquí estás intentando deshacerte de ella. Pero la vida es algo sagrado que se debe proteger por todos los medios, y yo creo que estoy aquí para demostrarte esto. Verás, creo que cada uno podemos hacer algo por el otro. Tu puedes liberarme de mi hechizo, y si lo haces, yo me casaré contigo, y compartiremos riquezas y una vida plena y feliz. Creo que debes aprender la lección de que la vida es maravillosa y está llena de oportunidades allá donde menos te lo esperas.
No se yo... respondió el hombre.
Vamos, soy una rana que habla, ¿Qué otra cosa podría ser? Además, ibas a saltar por ahí... tu intenta librarme del hechizo, y si resulta que miento, te dejaré acabar con tu cometido.
Está bien, contesto Depresez. Supongo que no hay nada que perder. ¿Qué debo hacer? ¿besarte?
Verás.. contestó la ranita mirando hacia otro lado. Para librarme del encantamiento.. No es eso... en realidad... has de darme por culo. Se que suena feo, pero es una demostración de las cosas desagradables que nos esperan en la vida, de cómo a veces hay que cerrar los ojos, y haciendo un maravilloso y mágico esfuerzo, esperar que las cosas se solucionen.
-No se yo.. ¿sexo anal con una rana?
-Piénsalo, no tienes nada que perder, y aprenderás una valiosa lección sobre la vida, y tendrás a partir de entonces una vida plena.
-Está bien, supongo que tienes razón. En fin, estamos en un bosque, supongo que nadie mira... allá vamos
-¡No, espera! eso no está bien... verás... soy una reina, y no quiero recobrar mi forma humana en un frio bosque... hay otra bonita lección que nos enseña la vida, y es que cada uno debe intentar hacer de este mundo un lugar mejor. Yo no creo que sexo anal en un bosque sea hacer del mundo un lugar mejor... verás... mejor vamos a un hotel, aprenderás una valiosa lección si lo hacemos así, y saldremos reforzados moralmente. Confía en mi.
-A un hotel...? Bueno, no voy a alargar esto más, acabemos cuanto antes. He venido en coche, y por aquí cerca hay un hotelito discreto. Nos acercaremos y haremos lo que usted quiera, mi reina.
-Muchas gracias caballero, es usted muy amable, le aseguro que no se arrepentirá.
Condujeron hasta el hotel, y a la hora de entrar a pedir habitación, la ranita llamó a Depresez...
-Tss, Tss. ¿te puedo pedir un último favor?
-Dime, contestó nuestro protagonista
-Verás. Sería posible que en lugar de una habitación me metieras en el servicio de caballeros y fuera allí donde me des por culo?
-En el baño de caballeros??!!
-Si... verás, es que es un morbo que tengo desde hace mucho tiempo, y dada la situación, creo que es el momento más que apropiado para cumplirlo. Con todo lo bizarro de la situación, será lo de menos...
-Ya, pero es que en el baño de caballeros...
-Por favor! y así aprenderás otra valiosa lección. A veces hay que sacrificar lo que queremos para hacer concesiones que ayuden a hacer del mundo un lugar más feliz. Y a su vez, haciendo felices a los demás, nos hacemos más felices nosotros. Encontrando la paz y el unísono con nuestro propio espíritu.. por favor, por favor. Hazlo así.
-Está bien... supongo que no puedo negarme.
Es así como nuestro protagonista y la ranita entran en el aseo de caballeros del pequeño hotelito de carretera.
Depresez coloca a la rana sobre la tapa del retrete, y comienza a desabrocharse la cremallera.
-Muchas gracias, contesta la ranita.
Cuando tiene los pantalones por las rodillas dice a la rana ¿preparada?
-Si adelante, por favor hazlo. Contesta esta.
Es entonces cuando Depresez agarra a la rana con las dos manos, comienza a darle por culo y de repente...
.
¡PUF!
.
La ranita se convierte en una niña de 5 años.
.
.
Y esta, señor Juez, es la versión de mi cliente.
.
>
>
>
Venga ya, que esperábais?, un cuento de Bucay? xD