sábado, 25 de agosto de 2012

PÁRVULOS


En la guardería me enseñaban cosas muy básicas con mucho ahínco, que si había que ahorrar agua, cuidar la naturaleza, que no nos peleáramos, que pidiéramos perdón, que leyéramos, en fin, no sé, que no robáramos, que compartiésemos.. bueno, cosas muy de perogrullo que, evidentemente, los críos hacíamos. Ahora no sé si pensar que aquello era un injusto ejercicio de cinismo, exigiendo a niños de 3 y 4 años comportamientos que los adultos no eran capaces de llevar a cabo, o un desesperado y necesario intento que se repite generación tras generación intentado que, por una vez, se rompa el círculo y alguna de esas generaciones de niños sea capaz de seguir comportándose como tal al alcanzar la mayoría de edad. Y no como adultos de mierda que exigen a niños de guardería lo que ellos no son capaces de llevar a cabo.
Feliz corrupción.  


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David S.

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